Peluches bajo control bacteriológico

Varios estudios demuestran que el 90% de los peluches contienen una alta concentración de bacterias y microorganismos que pueden resultar dañinos para nuestros pequeños

Los más pequeños de la casa son el centro de nuestras atenciones y procuramos siempre protegerles y proporcionarles la mejor calidad en los productos que utilizan. Pero existen ocasiones en las que se nos escapan pequeños detalles que, a nuestro parecer son insignificantes pero pueden tener consecuencias para su salud. Uno de éstos tiene que ver directamente con los habituales peluches que se regalan a recién nacidos, aunque también a niños de más edad. Éstos suelen convertirse en el “mejor amigo” y compañero de los pequeños a lo largo de su infancia.
No debemos descuidar la limpieza y sobre todo la desinfección de los peluches y otros juguetes infantiles, especialmente aquellos que se llevan a la boca. Por ello, hay que tener en cuenta que existen algunos estudios que demuestran que el 90% de los peluches contienen una alta concentración de bacterias y microorganismos que pueden resultar dañinos para nuestros pequeños, además de provocarles procesos alérgicos debido a los ácaros y el polvo que acumulan.
Así es vital realizar lavados periódicos de los peluches, mucho mejor si se utilizan algún método desinfectante como los basados en ozono, que ha desarrollado ASP Asepsia; que evitan recurrir a desinfectantes tóxicos como la lejía y el amoniaco, que desprenden fuertes olores, pueden ocasionar perjuicios a los pequeños y dañar los tejidos y materiales de los preciados peluches.