Los peligros de infección tras una llamada

Según un reciente estudio llevado a cabo en la ciudad de Madrid: un 95% de los teléfonos analizados estaban contaminados por diversos microorganismos que en su mayoría resultan patógenos, y un 30% de los dispositivos contenían materia fecal.
Aunque nos resulte sorprendente, actualmente podemos encontrar un mayor número de gérmenes en un teléfono de uso público que en un váter. Tal y como demuestra un reciente estudio llevado a cabo en la ciudad de Madrid: un 95% de los teléfonos analizados estaban contaminados por diversos microorganismos que en su mayoría resultan patógenos, y un 30% de los dispositivos contenían materia fecal.
El procedimiento para esta investigación fue la toma de muestras de 40 teléfonos de uso público. Se recogieron 130 muestras que se analizaron en tres laboratorios independientes con especialidad en los servicios de microbiología y calidad ambiental.
Los dispositivos analizados estaban ubicados en 10 hoteles de lujo de la capital, que cuentan con 4 o 5 estrellas, tres locutorios públicos, 10 teléfonos situados en la estación de Atocha y otros 10 en la Terminal T4 del aeropuerto de Barajas. Además se seleccionaron también al azar 10 cabinas de teléfono situadas en distintas calles de Madrid.
Se encontraron microorganismos como Aeróbios Mesófilos, Estafilococcus Aúreus y Estafilocuccus Epidermis, Enterobacterias y Escherichia Coli, una bacteria de origen fecal. Éstos llegan a los dispositivos telefónicos por contacto de las manos y mediante las gotitas de saliva que se expulsan al hablar. La vida de un virus sobre el teléfono es de unas 72 horas, pero las bacterias sobreviven durante una semana.
Los resultados de este estudio se asemejan a los datos que se obtuvieron hace dos años de la investigación realizada por la Universidad Queen Mary de Londres, tras la cual se llegó a la conclusión de que uno de cada seis teléfonos está contaminado con materias fecales. También, el investigador y profesor de microbiología, Charles Yerba, de la Universidad de Arizona aseguró con su estudio que es posible encontrar hasta 400 veces más bacterias por centímetro cuadrado en un teléfono u ordenador que en un váter público.